Hola
Si el pensamiento es el origen de las cosas, la palabra es la herramienta fundamental de la creación.
La capacidad de comunicarnos a través del lenguaje, es la cualidad principal que nos diferencia de las demás especies del planeta y la clave de toda nuestra evolución.
Tus palabras pueden crear realidades inspiradoras que al escucharlas te ilusionan, te llenan de energía, te motivan, te empoderan y te impulsan a alcanzar lo que
deseas.
Pero también poseen la perversa capacidad de destruir por
completo a un ser humano. Le pueden humillar, abatir y degradar, hasta arrojarle al fango de la tristeza y la desilusión.
Nos construimos a través de las palabras. Lo que decimos es el reflejo directo de lo que hacemos, lo que sentimos y lo que pensamos; de ahí que afirmemos que ninguna palabra es inocente, todas son culpables de transmitir aquello que llevamos dentro.
Si estás lleno de miedo, resentimiento, frustración, rencor, tristeza, ira, melancolía, amargura o dolor; aunque intentes contenerlo, todo lo que salga de tu boca estará teñido de ese
color.
Lo que guardas en tu mente y en tu corazón, se descubre en cada
uno de tus gestos, tus miradas, el tono de tu voz y finalmente tus palabras.
No intentes disfrazar tus mensajes con diálogos estudiados que no logran hacerte quedar bien; mejor enfoca tu energía en liberarte de esas odiosas cargas que te disminuyen y ocultan todo lo que puedes ser.
Abre de una vez las ventanas de tu mente y permite que la luz penetre y desvanezca la oscuridad que se acumula en el rincón de tus temores.
Permite que el viento fresco de las oportunidades atraviese las puertas de tu corazón, para que barra y lleve lejos el polvo añejo de la tristeza y el
rencor.
Entonces llena tu mente con optimismo y tu corazón con
alegría; haz que todas tus palabras fluyan con la calidez del respeto, el tono de la ilusión y el sonido del amor.
Es así como lograrás que tu voz se transforme en el faro de luz, la fuente de inspiración y el oasis de calma que otros necesitan para acompañar su camino de evolución personal.
Te deseo una maravillosa semana.
Coach Frank