El miedo al fracaso es la preocupación que te provoca no ser capaz de alcanzar el reconocimiento, prestigio, éxito, fama y riqueza material que deseas y que
por ello, tengas que presentarte ante los demás como un perdedor.
Sea cual sea tu definición de éxito, las personas que sufren de este temor necesitan, inconscientemente, aferrarse a símbolos de
estatus que de alguna manera demuestren que han sido capaces de alcanzarlo; como pueden ser vehículos, casas, ropa, pareja, trabajo, profesión, apellidos, escuelas, ciertos deportes, clubes privados, títulos, apariencia física, entre otros.
El éxito es el resultado del esfuerzo.
Desde un punto de vista positivo, este temor nos impulsa a esforzarnos por alcanzar nuestros sueños, a luchar por conseguir lo
que queremos, a tomar las acciones correctas y necesarias para abrazar el éxito y sobre todo, a no desistir a pesar de las dificultades que se nos presenten.
Esta motivación nos vuelve persistentes; excelentes para las relaciones interpersonales; influyentes y muy hábiles al momento de vender nuestros
proyectos.
El fin justifica los medios.
En su lado negativo, el miedo al fracaso nos puede llevar a ser impulsivos, a tomar acciones moralmente cuestionables como la
manipulación; a buscar relaciones por conveniencia y aprovecharnos de ellas con el único interés de alcanzar nuestros fines o inclusive, a transitar por los caminos de la ilegalidad.
En ocasiones, cuando los resultados no llegan, este temor nos puede llevar a endeudarnos en exceso, con el único propósito de mantener una falsa imagen de
persona exitosa.
El balance está en la estrategia.
Quienes sientan una poderosa necesidad de alcanzar el éxito, deberán estar alertas ante sus dos mayores enemigos: la impulsividad y la vanidad.
El primero te mueve a tomar acciones equivocadas y el segundo te hace presumir un éxito que aún no has terminado de alcanzar.
Contar con un plan disminuye la ansiedad y te aleja de tus enemigos; es por ello que el equilibrio de este temor reside
en la construcción de una estrategia que te permita avanzar, de manera ordenada, en la dirección de tus sueños.
Prueba a hacer lo siguiente:
- Define tu objetivo y visualiza cómo será tu vida cuando lo alcances.
- Crea metas de corto plazo que te sirvan para comprobar que estás avanzando.
- Establece las acciones claves que te permitirán llegar a la siguiente etapa.
- Comprométete con el plan y avanza.
Se paciente, evita desesperarte, confía en ti y en tus capacidades y recuerda que esa visión de lo que deseas alcanzar, es el faro que guía el camino hacia la
meta
Un abrazo,
Coach Frank