Hola
Las personas necesitamos establecer un marco de referencia para ser funcionales, pues es muy complicado tener
que enfrentar cada situación, como si fuera una experiencia de primera vez.
Siempre que vivimos algo nuevo, nuestro cerebro lo cataloga en función de sus características; luego, cuando se nos presenta una situación parecida, toma la experiencia anterior y la usa como referencia para la interacción.
De esta manera vamos
creando un conjunto de etiquetas que nos sirven para clasificar comida, ropa, personas, creencias religiosas, valores, principios morales y en general todo lo que consideramos correcto, bueno y seguro, así como lo incorrecto, malo y peligroso.
El proceso no es objetivo.
No tenemos forma de identificar la realidad objetiva, tan solo podemos
interpretar lo que percibimos con nuestros sentidos. Sin embargo, para no complicarnos, decidimos que nuestra versión es la correcta y procedemos a actuar desde allí.
Somos creadores de nuestras creencias y las defendemos como si fueran verdades absolutas, pues necesitamos que sean ciertas para que nuestro mundo siga funcionando.
El problema es que al defenderlas, podríamos cerrarnos a la posibilidad de que exista una interpretación diferente, una que inclusive, podría ser mejor.
Cuestionar una creencia es darse una oportunidad
De vez en cuando es saludable que te des un espacio para revisar tus creencias.
Determinar si te están generando conflictos innecesarios; si te has impuesto
barreras a tu crecimiento o inclusive descubrir cuales perdieron su razón de ser.
Eres un ser en evolución, estás en constante cambio y crecimiento, no permitas que tu proceso se detenga, tan solo por aferrarte a una creencia.
Te deseo una feliz semana,
Coach
Frank