Son cuatro competencias estratégicas que todas las personas debemos dominar. Nuestra habilidad para aplicarlas determina el éxito de nuestros proyectos.
La flexibilidad es como el aire, se ajusta a cualquier espacio; lo mismo le da ocuparlo que abandonarlo.
En las personas representa nuestra habilidad para ajustarnos a las condiciones cambiantes del entorno y salir exitoso de ellas.
Para esta cualidad todo puede ser cambiado, ajustado, renovado, reinventado las veces que sea necesario.
Su pensamiento carece de limitaciones, los obstáculos son oportunidades, los fracasos son aprendizajes, los procedimientos son opcionales y todas las estructuras se pueden
derribar.
Representa el espacio de la creatividad, la imaginación y la innovación. Las nuevas ideas de vida y de
negocio, las alternativas de solución originales, así como el optimismo que acompaña a toda nueva aventura.
Como todo en la vida, un exceso de flexibilidad transforma nuestra virtud en defecto. En su extremo, las personas se vuelven inestables, cambiantes, vagabundas y alejadas de todo compromiso. Viven soñando imposibles y postergando toda responsabilidad, al punto de condenarse al estancamiento.
Un abrazo,
Coach Frank