No.2 Ley de la empatía: Toda interacción humana debe estar regida por el respeto, el servicio y el reconocimiento de las necesidades del
otro.
Hola
Rosa era su oficina. Varias fotos de sus hijos colocadas en unos marcos de corazones; otra de ella con su esposo en su último aniversario y una con toda la familia, vestidos con pijamas iguales en
la última navidad. Sobre la mesa, junto a varios recuerdos del día de la madre, una taza de patitas de perrito con una colilla de té colgando del borde y una PC mostrando un colorido fondo de pantalla, en el que aparecía ella rodeada de sus compañeros de trabajo, frente a un pastel de cumpleaños con el número 36.
De naturaleza protectora, ejercía su liderazgo procurando el bienestar de cada uno de los miembros de su equipo. Era frecuente que la buscaran para pedirle consejo en asuntos personales y laborales, pues siempre estaba dispuesta a escuchar y a extender una mano para ayudar.
Había llegado a sentir que la gente la necesitaba tanto que sin ella las cosas se harían mal o se quedarían sin hacer, por lo que casi siempre terminaba involucrada en más actividades de las que tenía tiempo para manejar.
Era también una férrea defensora de su gente, aún a sabiendas de que con frecuencia estaba cubriendo una irresponsabilidad y si bien luego los involucrados se la tendrían que ver con ella, todos sabían que con solo
agregar un poco de drama a sus excusas, Rosa los iba a perdonar.
Cuando empezamos el proceso de coaching, su jefe ya le había llamado la atención varias veces por su falta de
enfoque, pero sobre todo, por ser tan tolerante con la ineficiencia de su equipo y le había dejado muy claro, que no quería volver a escuchar más excusas relacionadas con la vida personal de su gente.
A Rosa le frustraba tener un jefe tan frío, pero le dolía más el descubrir cómo esos, a los que tanto había ayudado, parecía no importarles todo lo que había hecho por ellos.
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Los líderes, que como Rosa, poseen las cualidades del eneatipo 2, suelen basar sus decisiones en los principios de la Ley de la Empatía y por ello dan especial valor al respeto, la tolerancia, el afecto y el servicio a los demás. Consideran que las personas trabajarán mejor
en un ambiente en el que todos se sientan apreciados, respetados y tomados en cuenta.
Suelen conectar a nivel emocional con las personas a su cargo, lo que les lleva, en algunos
casos, a tener dificultades para aplicar acciones disciplinarias rigurosas; a ser menos exigentes con algunos en particular o, en el peor de los casos, a que otros, mal intencionados, se aprovechen de su amabilidad para cubrir su ineficiencia.
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Rosa había perdido la perspectiva de las prioridades en el trabajo y por ello no se daba cuenta que de tanto preocuparse por las necesidades de los demás, había dejado a un lado sus propias responsabilidades. Afortunadamente, durante el
acompañamiento, llegó a reconocer que un buen líder primero debe estar bien consigo mismo, antes de pensar en los demás y que nunca debe poner en riesgo su trabajo, ni el de su equipo, por ayudar a unos cuantos que no se quieren comprometer.
Te deseo una excelente semana,
Coach Frank