A la oficina de Irene no la faltaba nada.  Un escritorio limpio, una computadora portátil, un cuaderno de notas de pasta dura con el logo de la empresa, manuales técnicos en el estante, una planta en una esquina y dos sillas para visitas.  

A la oficina de Irene tampoco le sobraba nada.  No había papeles sobre la mesa, ni carpetas para revisión, ni siquiera tenía una bandeja de pendientes.  Tampoco había fotos de los hijos, recuerdos del día de la madre, ni souvenirs del viaje a Disney. Todo en la oficina de Irene indicaba que ahí se iba a trabajar.

Me recibió con cordialidad, me invitó a sentarme y de inmediato inició la conversación.  Quería saber la estructura del programa, la duración de cada sesión de coaching y la frecuencia con que nos veríamos.   Me explicó de su apretada agenda y acordamos reservar el espacio de una sola vez. 

Finalmente, luego de dejar las reglas claras, respiró profundo y con un gesto entre enojo y frustración me dijo:  “...necesito herramientas, técnicas o métodos para hacer que la gente cumpla con los compromisos, las normas y los procedimientos.“

Debes saber que Irene es un ser humano real y esta reunión realmente ocurrió.

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Las personas que, como Irene, poseen un fuerte Eneatipo 1, suelen guiar sus acciones de conformidad con la Ley del Cumplimiento.  Dan valor a la disciplina, consideran los compromisos como una obligación moral; actúan desde la ética y otorgan una relevancia especial a los valores del respeto y la honestidad.

Son excelentes para aplicar el control, el seguimiento y el cumplimiento.  Se aferran a las leyes, normas y reglamentos aplicables a la vez que se aseguran de que las cosas ocurran en tiempo y forma.  Son piezas fundamentales para construir y mantener las bases que aseguran la estabilidad de la organización.

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Irene era muy rígida, le enojaba el incumplimiento y en más de una ocasión había perdido la paciencia.  La apodaban doctora NO, pues rechazaba, sin revisar, cualquier solicitud que cuestionara alguna regla.  Sin embargo, con el tiempo y el acompañamiento, llegó a desarrollar flexibilidad y tolerancia, lo que le permitió abrir espacios para la negociación, bajar su nivel de estrés e integrarse con su equipo de trabajo.

Te deseo una excelente semana,

Coach Frank