Jorge era el Director de la planta de producción de una empresa transnacional que fabricaba tanto para el mercado local, como para exportación a los Estados Unidos.  Todos los días, a las 11:00 a.m. en punto, tenían la "reunión de producción", durante la cual, cada uno de sus líderes debía presentar un reporte de los resultados de las últimas 24 horas.  

Jorge disfrutaba esas sesiones, le encantaba señalar de una manera franca, directa, fuerte y sin anestesia, todo lo que habían hecho mal, para luego decirles lo que tenían que hacer que corregirlo.  Creía que era la mejor manera de que aprendieran a ser responsables y de que tuvieran presente su obligación de cumplir con los resultados de la empresa y le importaba muy poco si después lo evaluaban mal en la encuesta de clima, pues su trabajo era producir, no ganar un concurso de simpatía.

Se sentía orgulloso de lo bien que manejaba su planta de producción, pero le frustraba tener que lidiar con los otros Directores.  Le parecía que sus pares eran muy flojos y que disfrutaban llevarle la contraria; que insistían en seguir caminos que a él le parecían ineficientes y que con frecuencia se querían meter dentro de su área, lo que siempre provocaba fuertes discusiones.

Por eso no le extrañó que lo mandaran a recibir coaching, pues estaba seguro que todo era parte de un plan que tenían en su contra el Director de Recursos Humanos y el Director Comercial; quizás por eso, la tarde de nuestra primera sesión se sentó frente a mí, me miró de arriba a abajo y con un gesto de burla dijo, "...entonces usted me va a venir a decir a mi lo que yo tengo que hacer…"

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Las personas que poseen un fuerte eneatipo 8 se guían por la ley de la dirección y el control.  Suelen ser directas, francas, enfocadas, directivas y controladoras.  Son líderes naturales que saben cómo organizar los recursos para avanzar hacia la meta y normalmente lo hacen siendo exigentes, hablando de frente y diciendo lo que piensan.  

Muchos llegan a ser grandes e inspiradores líderes con los que da gusto trabajar; pero otros se vuelven arrogantes, prepotentes, groseros y con una tendencia a menospreciar las capacidades de los demás.

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Dedicamos varias sesiones para reflexionar sobre la manera como su virtud para obtener resultados de corto plazo, también podía repercutir en algunos problemas en el mediano plazo.  Descubrió que su gente se había vuelto tan dependiente, que le estaban pasando la responsabilidad de tomar decisiones hasta sobre los temas más irrelevantes.

Finalmente, se decidió a implementar un sistema de trabajo basado en objetivos, con el que se limitaba al seguimiento general de sus gerentes y con ello se liberaba, casi por completo, de los temas puramente operativos.  Además, invirtió tiempo en actividades de team building, para conocer mejor a su equipo, comprender mejor sus necesidades y motivarlos a enfocarse en alcanzar las metas.  

El nunca cambio su esencia, sin embargo,  su esfuerzo contribuyó a bajar el nivel de estrés del equipo, a elevar su imagen de líder y para su sorpresa, también a mejorar la eficiencia y la productividad.

Te deseo una excelente semana,

Coach Frank