Cada una de las personalidades del eneagrama posee cualidades particulares que nos ayudan a comprender la manera como interpretamos el mundo.  Son los elementos que describen y representan las creencias particulares sobre las que se fundamentan nuestras acciones, juicios y decisiones.

Si bien la curiosidad es una cualidad que compartimos todos los seres humanos, hay algunos que tienen una especial inclinación por comprender el origen y las causas de las cosas.  Suelen consumirse en los profundos abismos del estudio, con el afán de extraer hasta la última gota de conocimiento.

Necesitan saber, pues consideran que es su obligación responder y nada les parece más preocupante, que tener que disculpar su ignorancia. Son buscadores de respuestas para preguntas que aún no han sido formuladas, pero que habitan en la intrincada selva de sus neuronas y que desean descubrir antes que nadie.  

Son personas altamente racionales y esto les dificulta comprender y manifestar emociones, pues éstas, lejos de seguir patrones lógicos y predecibles, son espontáneas, cambiantes y a veces intensas.  Entonces, para resolver la dificultad que les representa, tienden a consumirse en sus estudios, lo que les hace ver como personas aisladas e introvertidas.

Cuando se encuentran en un integrado equilibrio, se transforman en grandes maestros, guías e investigadores totalmente dispuestos a entregar todo lo que saben al servicio de los demás.  Descubren que el conocimiento sólo tiene valor cuando se utiliza, se comparte y contribuye con el crecimiento de los otros.

Son personas amables y cordiales, aunque también son profesores exigentes y directos que no toleran la pereza, ni la vagabundería. Se esmeran por encontrar la mejor manera de que sus estudiantes aprendan y se sienten especialmente orgullosos, cuando alguno de ellos logra destacar en su campo.

Sin embargo, motivados por la creencia de que poseen una inteligencia superior, pueden llegar a desarrollar un lado negativo que se manifiesta con comportamientos soberbios, pedantes y arrogantes. 

Pierden su propósito y vuelcan toda su energía en una absurda competencia por demostrar que saben más que los demás, lo que les lleva a acaparar todo su conocimiento y a no compartirlo más que para demostrar su pretendida superioridad.

Como parte de nuestro crecimiento, debemos desarrollar las cualidades del eneatipo 5, así evitaremos las apreciaciones superficiales y nos atreveremos a profundizar en la comprensión de las causas que explican aquello que necesitamos saber. 

Feliz semana.

Coach Frank