El mundo es una realidad que observamos a través de nuestros filtros personales; es el resultado de una interpretación y por eso cada uno de nosotros es dueño de su propia versión del universo. En este sentido el Eneagrama se convierte en la herramienta perfecta para descifrar los intrincados códigos de la personalidad y acceder con seguridad al lenguaje oculto del pensamiento.

Las personas que poseen un fuerte componente del eneatipo 2 son seres emocionales, amables, protectores y preocupados por el bienestar de los demás.  Suelen estar pendientes de las necesidades, preocupaciones, alegrías o tristezas de los otros; tanto para escucharlos, como para ofrecerles apoyo.  Son profundamente emocionales y tienden a sentirse realizados o frustrados, en función de su capacidad para asegurar la felicidad de aquellos que han asumido bajo su responsabilidad.  

Les motiva ser parte de una comunidad familiar, laboral o social y consideran de suma importancia sentirse apreciados, valorados e importantes.  Esto les lleva a dedicar tiempo a realizar cosas por los demás, con la esperanza secreta de que se los agradezcan, a pesar de que la mayoría de estas ayudas nunca fueron solicitadas por los beneficiarios de las mismas.

Cuando están en equilibrio, son capaces de reconocer que el servicio sobre sí mismos es tan importante como el que entregan a los demás, lo que les permite separar, asegurar y defender espacios de atención, cuidado y crecimiento personal.  Mantienen su actitud colaboradora, pero sin asumir responsabilidad sobre los demás. 

Por otra parte, cuando están en desequilibrio tienden a considerarse imprescindibles y a manifestar, abiertamente, sus dudas en cuanto a la capacidad que tienen los demás para hacerse cargo.  Esto les lleva a actuar de manera directiva y controladora, apoyados en la creencia de que sin ellos las cosas saldrán mal o simplemente no ocurrirán.

Es frecuente que lo anterior facilite la construcción de relaciones de codependencia, que estarán matizadas de intentos de manipulación basados, principalmente, en la victimización; “todo lo que hago por tí y así me lo agradeces“.

La mayoría de las personas que conozco con un marcado N2, son extremadamente amables, dulces y serviciales, con una capacidad natural para crear espacios en los que se percibe una agradable sensación de confianza y un genuino interés por tu bienestar.  Muchos de ellos me han compartido su sueño reprimido de dejar todo, para dedicarse a trabajar con una ONG.

Su mayor temor está en ser rechazados, ignorados, infravalorados o simplemente hechos a un lado.  Les preocupa no ser importantes para los demás, que sus acciones carezcan de un propósito altruista, o que no contribuyan con el bienestar de los demás.

Recuerda que las nueve cualidades están presentes en todos nosotros, pero cada una se manifiesta en diferente intensidad.  Si hoy te has sentido retratado en muchas de las descripciones, te invito a que anotes lo que has aprendido del eneatipo 2, pero que te mantengas abierto a lo que aún queda por estudiar.

Feliz semana,

Coach Frank