Hola
Es imposible dejar de pensar, pues toda nuestra realidad es el resultado de un ejercicio maravilloso y continuo de la mente. Todo cuánto existe,
sabes, haces y sientes, está conectado ineludiblemente con una creación mental.
Así como el corazón late sin tu consentimiento; los pensamientos, en la mayoría de nosotros, se acumulan de manera desordenada en nuestra cabeza, procurando llenar hasta el último espacio de nuestra conciencia.
Cuando existe equilibrio, ese interminable goteo de ideas fluye como un manantial que a su paso va puliendo y creando el paisaje; pero que cuando pierde la calma, se
transforma en una cascada que se estrella contra las piedras de nuestras emociones, resquebrajando las bases de nuestra tranquilidad; pues una mente en conflicto es un río revuelto de ideas, luchando unas con otras por dominar la superficie de nuestra conciencia.
Los pensamientos no pueden ser superiores a nuestra voluntad. Aceptar el caos como una condición inevitable, es sumergirse en el pozo de las preocupaciones, renunciando a la responsabilidad que tenemos sobre nuestras
acciones.
Ha de ser nuestro trabajo, continuo y cotidiano, procurar el control de todo lo que ocurre en nuestra mente. Ten presente que el pensamiento es una energía germinal, así que permitir que divague libremente, es arriesgarte a provocar la construcción de una realidad a la que no quieres acceder.
Alcanzar ese estado requiere de un compromiso de tu parte con la visión de una mente en
equilibrio. No es negar la existencia de los problemas, pero sí separar lo real de lo que has imaginado. Es enfocarse en lugar de divagar; actuar en lugar de postergar; decidir asumiendo las consecuencias y cerrar todos los ciclos no resueltos, para evitar volver a ellos una y otra vez.
La única paz que es verdadera reside en el santuario de la quietud de la mente. Es allí donde las preocupaciones están ausentes, los deseos son invisibles, las angustias no se recuerdan y la
ansiedad queda olvidada.
Feliz semana.
Coach Frank