¿Qué prefieres
-preguntó el maestro-,
conocimiento o sabiduría?
Hola
Cada vez que te dejas llevar por las líneas de un artículo, se abre ante ti la oportunidad de unirte a un viaje que inició en un tiempo y en un lugar
distintos al tuyo, pero cuya ruta fue trazada con la firme intención de coincidir contigo.
Poco a poco, siguiendo el dictado de la voz silenciosa que brota de las entrañas de la mente, se fueron tejiendo las palabras, las oraciones y los párrafos, hasta construir un mensaje destinado, sin querer, a tocar el corazón de algunos y a pasar desapercibido en otros.
Cualquiera lo pudo recibir, después de todo, el conocimiento está al alcance de quien lo desee; sin embargo, la sabiduría que
viene de la práctica, está reservada para aquellos que decidan hacer algo más que coleccionar información.
Al igual que un exceso de comida afecta la salud, una cantidad exagerada de conocimiento hace más gordo tu cerebro, pero no por ello te hace más capaz; pues el verdadero valor nunca está en la cantidad que logras acumular, sino en la utilidad que puedas dar a aquello que posees.
La sabiduría nace del ejercicio del conocimiento; de la práctica contínua; de enseñar lo que sabes; de
escuchar otros puntos de vista; de discutir, analizar, profundizar y crear; pero también de extraer de manera objetiva y sin la distracción de las emociones, la esencia misma de cada aprendizaje.
No es posible recibir la sabiduría de un maestro, ni la puedes comprar en una tienda, ni la vas a encontrar entre las líneas de un escrito; si la quieres, debes desarrollarla por ti mism@.
Tómate un segundo y piensa ¿qué estás haciendo con lo que sabes? ¿Cuánto has incorporado
a tu vida? ¿Estás creciendo, avanzando y multiplicando, o te has quedado estancad@, llenando tu cabeza de datos que carecen de valor?
Recuerda que el verdadero propósito de la vida no se limita a adquirir conocimiento, sino que espera que encontremos la manera de dar un buen uso de aquello que hemos aprendido.
Te deseo una maravillosa semana,
Coach Frank