Reconocernos como seres únicos e irrepetibles, en medio de la vorágine de distracciones, es una condición necesaria para apreciar nuestro valor.

La envidia se encuentra enquistada en la naturaleza misma de los procesos de socialización. Casi toda la información que recibimos está enfocada en resaltar todo lo que otros tienen y nosotros no.

Las redes sociales, por su parte, contribuyen a reforzar esta conducta, al abrir un espacio en el que se construye la ilusión de vidas perfectas, en las que es posible envidiar cuerpos, posesiones, éxitos, virtudes o amistades.

Desde la infancia se nos invita a compararnos con modelos ideales, que funcionan como parámetros para la construcción de la persona que se supone debemos ser. Esta expectativa se arraiga con tanta fuerza, que la incapacidad de cumplirla termina por convertirse en una pesada carga de frustración.

Tanto mirar las virtudes ajenas, limita nuestra capacidad para descubrir las propias. 

¡Qué distinto sería si en lugar de observar tus carencias te enfocaras en reconocer y potenciar tus virtudes; en destacar tus cualidades; en resaltar aquello que te convierte en alguien especial!

La cuarta clave que te entrego en este viaje, es una invitación a hacer las pases contigo mism@. A reconocer, abrazar y resaltar cada una de las cualidades que te convierten en un Ser únic@ y original.  

Quisiera que te enamores perdidamente de ti mism@; que te quieras con todas tus fuerzas; que ames, sin pudor ni restricción, cada centímetro de tu cuerpo; que te sientas cómplice de las locuras que enredan tus pensamientos y que disfrutes cada una de tus maravillosas y profundas emociones. 

Permite que tu verdadera naturaleza fluya libremente y sin ninguna limitación; enfoca tu energía en tener una existencia plena, lejos de la envidia y la comparación; porque sólo cuando se vive desde la esencia, se alcanza la verdadera realización personal.

Qué tengas una maravillosa semana.

Coach Frank