Hola
La constancia es la madre de todos los logros. No son las capacidades mentales, ni las habilidades físicas, ni las relaciones humanas; sólo el
trabajo constante en el propósito te permitirá alcanzar el objetivo.
El camino sólo se recorre andando. Nadie puede llegar a la meta sin haber iniciado. El simple deseo no es suficiente. La pasividad, el miedo o la desidia son ingredientes naturales del fracaso.
Aquellos que reculan ante un sendero empinado y pasan su tiempo buscando atajos imposibles; pierden la vida esperando a que la montaña se derrumbe, para que la cumbre les llegue sin
esfuerzo.
Ser constante implica adaptarse a las condiciones cambiantes del entorno, ajustar el contexto, modificar las acciones y experimentar nuevas conductas que te permitan seguir trabajando.
La constancia acepta que los sube y baja de la vida te desvíen temporalmente de la ruta; pero te exige que luego de la experiencia, regreses a caminar.
La constancia es un estado de la mente que mueve al cuerpo y al
corazón en la dirección de tus esfuerzos.
Pero cuidado, que las acciones repetidas y continuas sólo tienen sentido cuando contribuyen a un propósito mayor. La repetición obcecada de una conducta puede ser, en realidad, una señal de estancamiento.
Antes de iniciar el viaje, debes tener la certeza de que lo quieres completar, pues viajar a medias no es viajar, estar a medias no es estar, tratar a medias no es
tratar.
La constancia es un acto personal y privado que construyes al interior de tu mente. Sólo tú puedes saber lo que habita en ella y por eso, sólo tú puedes decidir lo que quieres hacer.
Revisa qué tan claro es tu propósito y cuán fuerte es tu deseo; pues si no estás en disposición de invertir toda tu energía en alcanzarlo, puede que este no sea ni tu tiempo, ni tu lugar y es muy triste perder la
vida recorriendo el camino equivocado.
Aquí tienes la primera clave, ten presente que sin ella, las demás serán inútiles.
Coach Frank