Nada puede ser más desgastante que atravesar el oscuro callejón de tus problemas.

La vida es un camino sinuoso, lleno de desviaciones que nos obligan a tomar decisiones contínuamente.

Algunas son simples, otras muy complejas y todas generan consecuencias. 

De ahí que la elección entre dos o más alternativas implica tanto encontrar el mayor beneficio, como reducir los efectos negativos.

Al no existir la decisión perfecta, la incertidumbre pone en marcha nuestra mente para crear todos los finales imaginables.

Algunos escogen enfocarse en lo positivo y avanzan con optimismo por el sendero de las oportunidades.

Otros, quizás la mayoría, prefieren concentrar sus energías en visualizar todo lo que podría salir mal.

Piensan en los riesgos, los problemas potenciales, los conflictos, las confusiones y el fracaso.

Cuanto más lo piensan, más se preocupan y más difícil resulta decidir, pues cuando concentras toda tu energía en un problema, lo único que eres capaz de ver es el problema.

No te digo que actúes sin pensar, es obvio que la imprudencia puede resultar peligrosa, pero debes tener presente que cuando tomas decisiones con la mirada puesta en lo que puede salir mal, aumentan tus posibilidades de que todo salga mal.

Te invito a enfocarte en tu propósito; dejar a un lado las distracciones que vienen de tu imaginación y construir un puente que pase sobre tus dudas y tus vacilaciones, así podrás avanzar por el camino de tu misión.

Recuerda que para poder cruzar el túnel de tus confusiones, debes concentrarte en la luz del horizonte y no en la oscuridad de las paredes.

Te deseo una semana llena de paz.

Coach Frank